Miro a mi alrededor. Si me fijo en la cifra, tengo entre mi gente todo un espectro que tiende a infinito. Sin embargo, esto no condiciona mi relación con ellos.
Con los libros, pasa un poco igual. En un momento en el que lo que importa es la juventud, es decir, la novedad, los libros que tienen dos o tres años se consideran obsoletos. Pero que alguien venga a cuestionarme la "modernidad" de las ilustraciones de Pequeño azul, pequeño amarillo , de Leo Lionni; o del álbum Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak; o de cualquiera de las maravillosos textos de Arnold Lobel.
Cada persona construye su camino, desde la sabiduría de su momento. Los libros forman parte de él, como pequeños pasteles que nos dicen "cómeme", y nos ayudan a hacernos grandes, o pequeños, según la necesidad del momento.
Es lo que nos hace ricos e irresistibles.
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ResponderEliminarUn brindis porque sigas encontrando caminos repletos de amigos, de dulces y sobre todo de historias.
ResponderEliminarBesos, Alicia