He de reconocer que no me gusta especialmente la Navidad. Qué le vamos a hacer. La encuentro, sobre todo, demasiado larga últimamente. Se empeñan en hacernos creer que ya está aquí, y una no acaba de reconciliarse con la idea de que dure dos meses.
Así que a la librería empiezan a llegar los libros de temática navideña. Hay pocos rescatables: Navidad en familia, de Kestius Kasparavicius, en FCE; Olivia recibe la Navidad, de Ian Falconer; El cuento de los Reyes Magos (bien contado) de Dominique Jorand. Pero pocos títulos realmente buenos. Yo me quedo con Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis la noche de Reyes, de Chema Heras, ilustrado por Kiko da Silva.
Y por supuesto, con Papá Noel, de Raymond Briggs, recién reeditado por La Galera.
Todos nos imaginamos a Papá Noel como un hombre simpático y bonachón, rebosante de alegría y buen humor. Raymond Briggs nos presenta en este álbum con formato de cómic -como el otro clásico rescatado el año pasado también por La Galera, El muñeco de nieve-, a un Papá Noel alejado de los tópicos: un hombre gruñón, que está de mal humor porque tiene que trabajar en Navidad cuando en realidad, lo que le apetece, es sentarse tranquilamente en su casa a leer un buen libro (ay, no sabéis cómo le entiendo).
Un libro para reírse a carcajadas de la Navidad, pero también de nosotros mismos.
Papá Noel. Raymond Briggs. La Galera, 2009 (primera edición, 1973)
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