Esta mañana desayuné té de lágrimas. A veces, como hoy, sale solo.
Otras veces resulta necesario seguir la receta de Búho: sacar una tetera del armario, ponerla entre las piernas, quedarse muy quieto en la silla y pensar en cosas tristes. Él prefiere tomarlo por la noche.
Para encontrar la receta completa, consultar Búho en casa, de Arnold Lobel. Cinco relatos entrañables editados por Ekaré.
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cómo me gusta!
ResponderEliminarPara con el té de lágrimas, tengo unos bizcochos de risas que no sabes lo requetebuenísimos que están...
ResponderEliminarTe quiero, Maga